Se calcula que en la Argentina el 1% de la población, es decir entre 300.000 y 400.000 personas, padecen hepatitis B, mientras que el segmento afectado por el virus de la hepatitis C es un poco mayor (del 1% al 2%).
La cifra reviste un serio problema: más de la mitad de las personas desconoce que convive con estas hepatitis virales porque son asintomáticas, razón por la cual pueden estar en el organismo durante años y "debutar" con un cuadro sumamente avanzado. Durante una reunión de la que participaron médicos, pacientes y representantes del Ministerio de Salud, Adrián Gadano, jefe de la Sección Hepatología del Hospital Italiano de Buenos Aires, afirmó que el desconocimiento es un factor sumamente peligroso. No sólo por la posibilidad de que el cuadro se agrave, sino también por el riesgo de contagio.
Más prevención
La Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado instó a realizar más y mejores campañas para que la comunidad conozca las vías de transmisión de la enfermedad y los métodos de prevención. Este llamado de atención se llevó a cabo con motivo de haberse conmemorado recientemente el Día Mundial contra la Hepatitis. La fecha fue instituida este año a instancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reconoció que las hepatitis virales son un problema primordial de la salud.
También es importante desarrollar acciones para incrementar el nivel de detección de las personas ya infectadas, y tratamientos accesibles para aquellos que conviven con la patología.
"La experiencia demuestra que realizando acciones es posible cambiar una realidad. En el caso de la hepatitis A, muy frecuente en niños y de desarrollo agudo -a diferencia de la B y la C que tienen curso crónico-, mediante la vacunación universal se logró bajar la tasa de trasplante hepático del 64% al 8% en sólo seis años (2004 a 2010). Esto quiere decir que si pusiéramos todo el esfuerzo en informar, comunicar, educar y salir a detectar los contagiados, la realidad podría ser otra", consignó Gadano, ex presidente de la Sociedad Argentina de Trasplantes (SAT).
Durante la reunión, el médico hepatólogo Fernando Bessone, presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado, afirmó: "las hepatitis hoy se curan -sobre todo la C- aunque la B puede inhibirse completamente permitiéndole al paciente llevar una vida prácticamente normal. Para eso tenemos que hacer hincapié en lo que nosotros llamamos conductas de riesgo, de modo que las personas que sospechen un posible contagio recurran a su médico de cabecera y le pidan el análisis de hepatitis, examen que ya debería ser de rutina".
Conocer sobre la presencia de la enfermedad da muchas más posibilidades de combatirla. Inclusive, en un futuro no muy lejano se contará con nuevos fármacos que, combinados, permitirán curar prácticamente el 100% de los cuadros. Ese es uno de los temas que se analizará en el Consenso Argentino de Hepatitis B, que se hará en noviembre en Buenos Aires.
En cuanto a los tratamientos, los especialistas dijeron que no todos los pacientes con hepatitis virales tienen hoy indicación de tratarse. Los que están en tratamiento deben pasar entre tres y 12 meses recibiendo la terapia con un riguroso control médico y apoyo psicológico o psiquiátrico en caso de requerirlo.
Promesas de la Nación
Representantes del Ministerio de Salud de la Nación anunciaron que está en los planes la cobertura total de los medicamentos para los pacientes con hepatitis B o C, y no sólo para aquellos que además están infectados con el HIV, como ocurre actualmente. Anticiparon que se prevén visitas informativas a las escuelas secundarias y primarias para que los chicos sepan que al entrar en la preadolescencia y adolescencia deben tomar recaudos para evitar el contagio de esta clase de enfermedades.